Entender la diferencia entre estos dos conceptos, te cambiará la vida. Llevo más de veinte años ayudando a personas a mejorar su físico, y la palabra más repetida en las personas que me contratan es “motivación”. “Sensei necesito alguien que me motive porque siempre que empiezo, al final me aburro, me desmotivo y abandono”. Llevo más de veinte años acompañando a personas a mejorar su físico, y son cientos las personas que han pasado por mi vida, y la palabra más escuchada a la hora de contactarme es “motivación”. Y me veo en la obligación de compartirte mi experiencia acerca del grave error que supone encomendar cualquier cosa que comencemos única y exclusivamente a la motivación, porque está abocado al fracaso. Y no por nada, simplemente que como ahora te voy a explicar, la motivación igual que viene, se va, y si no hay alg más profundo o trabajado dentro de tí, tu objetivo está en riesgo, y en este artículo te voy a explicar por qué. Espero poder trasmitirte cómo lo veo yo, para que puedas cambiar la visión y comprometerte de verdad contigo mismo y con tus objetivos.
La motivación es algo que viene fácilmente: veo algo que me inspira, veo una persona con un físico que me gustaría tener, decido que no puedo seguir más con mi vida, y un día me motivo, me vengo arriba y decido ponerme en marcha. Pero si sólo me valgo de la motivación ¿qué pasará el día que no esté motivado? ¿qué pasará el día que me surja cualquier imprevisto? Es más, ¿en qué baso mi motivación? ¿Si hace buen día y me apetece ir al gym voy? ¿Si está nublado, si llueve o si hace mucho calor no estoy motivado y entonces no voy? ¿Si tengo un buen día entonces me motivaré y haré las cosas bien? ¿Si tengo un mal día me desmotivo y lo mando todo al carajo? ¿Si me he separado de mi mujer, me siento motivado para comenzar una nueva vida y cuidarme para “meterme de nuevo en el mercado?
¿Entiendes lo que quiero decirte? No puedo basar mi vida en la motivación, porque la motivación es algo que va y viene. La motivación es algo que fluctúa, que tal como me viene se va. Y por eso te habrá pasado que un día te motivas y dices: “me voy a poner en forma”. Y contratas un entrenador que te motive, y te apuntas al gimnasio por decimocuarta vez, y vas a hacer la compra para comenzar a hacerlo todo perfecto. Pero, como no has trabajado el compromiso, en cuanto ves que los resultados no son acordes al esfuerzo que estas dedicando, entonces pierdes la motivación y abandonas.
Es por esto que lo que necesitas trabajar es el compromiso. Cuando me comprometo con un objetivo o tarea, hago lo que tengo que hacer independientemente de los resultados. Aunque no vea resultados, yo sigo haciendo lo que hay que hacer. No hay un plan B, no hay otra opción, sino que pase lo que pase mantengo la dedicación y la responsabilidad para con mi tarea, plan u objetivo y la mantengo en el tiempo. Y como ya sé lo que hay que hacer para conseguir el objetivo planeado, tomo la decisión de hacerlo, y lo mantengo en el tiempo. ¿Y cuánto tiempo? Pues el que haga falta, porque donde pongo mi foco y mi energía, es inevitable que tarde o temprano aparezcan resultados.
Así pues, te invito a que trabajes el compromiso más que la motivación. La motivación está bien, entiéndeme, ponerte una canción que te motive antes de entrenar, o durante el entreno, es algo que te enchufa, y te pone las pilas. Pero la motivación debe ser un pequeño chute en e día a día, mientras que lo que te hará triunfar es tener claro lo que tienes que hacer, y hacerlo pase lo que pase, aunque no veas los resultados. Apoyarte en una persona con experiencia para que te simplifique las cosas, para que te allane el camino y te haga aprovechar al máximo el tiempo y dedicación que has decidido emplear en la consecución de tu objetivo. Pero recuerda: “caminante no hay camino, sólo se hace camino al andar”. Así que comprométete con aquello que quieres conseguir, aprende exactamente qué hay que hacer para conseguirlo, y ponlo en práctica y no pares hasta ver los resultados, y no abandones nunca pase lo que pase, y si encuentras una motivación o un chute extra que te enfoque, pues fenomenal, pero el compromiso lo primero de todo.
Esto ha sido… “Consejo de Sensei”
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Grandes verdades las que dices amigo mío, lo que si el comprometido no se compromete, no hay tal imán. Mas si jo ve resultados y no sabe tener paciencia y eso al final te corroe y te desmoraliza, pero no aplica el sentido común y todo es lo que ve y lee del fitness mierda de hoy (yotubers malos y mentirosos).
Yo mi ídolo eres tú por todo lo que transmites y lo que sé y veo de tí, y eso es la realidad. Trabajo, constancia y perseverancia y mucho compromiso con uni mismo y el resto
Que gran verdad Sessei, yo soy de esos de si llueve no me apetece ir al gym, y está claro que para ver resultados así no llegaran o tardarán mucho más en llegar,